DATOS GENERALES DE LA RUTA
Ruta: Proaza – Picarós – Serandi – Alto’l Portiellu - Canal Seca – Villamejín – Proaza
Punto de inicio .............................. Puente Zarameo (Central Hidroeléctrica)
Punto de llegada ........................... Puente Zarameo (Central Hidroeléctrica)
Duración sin paradas .................... 3 h. 29’
Duración total ................................. 6 h. 08’
Distancia ........................................ 13.500 m.
Desnivel máximo ........................... 740 m.
Ascenso acumulado ...................... 987 m.
Descenso acumulado .................... 985 m.
Pendiente máxima ........................ 39,9 %
DESCRIPCIÓN DE LA RUTA
El inicio de esta ruta lo situamos en el aparcamiento que existe frente a la Central Hidroeléctrica de Proaza (1), en plena Senda del Oso, al que se llega desde Proaza tras cruzar el puente medieval de Zarameo. El edificio de la central, de estilo vanguardista, se debe al arquitecto Vaquero Palacios, y llama la atención como la singularidad de esta obra se enmarca en este espacio de montaña.
La marcha se inicia por la caja de la senda, en dirección al cercado osero, ocupado en la actualidad por la osa Molinera; frente a este cercado, al otro lado de la senda, están las instalaciones donde se encuentran las osas Paca y Tola y el macho Furaco. Por un camino que sale frente a la puerta de acceso al cercado, tras subir una rampa, la senda va paralela al arroyo Picarós (2), que forma una serie de pequeñas cascadas en este tramo encajado. Unos metros más arriba, tras llegar a una portilla, el camino abandona la compañía del reguero para acometer una fuerte subida; estamos en el viejo camino de Serandi, población a la que llegamos en poco más de media hora (3); llama la atención nada más entrar al pueblo el conjunto de hórreos. Este es uno de los pueblos más antiguos de Proaza, como lo atestiguan los restos de explotaciones mineras de época romana y la presencia de un castro en las cercanías. Pasada la pequeña capilla de San Antonio, debemos cruzar todo el pueblo hasta su parte alta, llegando a una fuente donde podemos saciar la sed, no en vano, Serandi es reconocida por la calidad de sus aguas. A partir de este punto arranca una pista de hormigón (4), que poco a poco nos va ascendiendo entre los pastos altos del pueblo y cruzando la mortera de Curueño, salpicada de cabañas. Cuando el camino hormigonado termina (5), aparece un camino empedrado que sigue subiendo, llegando a un cruce en el lugar conocido como La Habana (6). En este punto merece la pena seguir al frente unos metros, llegar a una cabaña, cruzar la portilla y acercarnos al borde del precipicio, hasta el conocido como mirador de La Encina (7); desde esta magnífica atalaya se tienen las mejores y más vertiginosas vistas del desfiladero de Las Xanas, que discurre a nuestros pies a más de 300 metros de caída vertical. Tras contemplar el magnífico paisaje, retomamos al cruce para seguir el ascenso por un camino empedrado a tramos y que discurre campo a través en otros, bien marcado pero que conviene tener precaución de no perderlo. Irremediablemente este camino nos lleva hasta el Alto del Portiellu (8), un idílico lugar salpicado de cabañas, afloramientos calizos la sombra de unos fresnos que nos invitan a descansar.
Tras cruzar la portilla, el camino se encaja entre los muros de los prados para luego abrirse ante nosotros el paisaje de Canal Seca (9), con los puertos de Andrúas y la Sierra del Aramo al fondo; aunque muy arrasada, se conserva una estructura tumular. Nuestro caminar nos ha de llevar al fondo del collado, a los prados y cabaña cerrados por un muro de piedra, para luego seguir a la derecha junto a este muro hasta llegar a la denominada fuente La Mosa (10). A partir de aquí, el sendero discurre entre vegetación baja, teniendo precaución de no perderlo; debemos llegar a la zona de prado que vemos al frente, a la entrada de sendas hoces. Toda esta zona se conoce como La Mosa, y está salpicada de cabañas, en su mayoría abandonadas, pero que muestran la importancia que tuvo esta zona en el pasado en el aprovechamiento ganadero. El camino está relativamente bien marcado, con vegetación en algún tramo. Tras cruzar el reguero y llegar a una cabaña (11), hay que seguir por el prado el curso de esta pequeña riega. Estamos en el comienzo del barranco de Cuasacas, famoso por desarrollarse en él actividades de barranquismo. Como es lógico, hay que evitar entrar en ese barranco, para lo cual se vira a la izquierda a través de un camino bien marcado, que nos lleva a una cabaña en el lugar conocido como Castrillón (12), donde arranca el viejo camino empedrado que comunicaba todos estos pastos con la población de Serandi.
En un fuerte descenso discurre este viejo camino, empedrado en su totalidad pero muy embarrado por la cantidad de agua de la zona. Y así, llegamos a un cruce (13); el camino de la derecha bajaría a los molinos y pueblo de Serandi, si bien en esta ocasión seguimos al frente. Una vez pasado un depósito de agua el camino se convierte en pista de buen trazado, cruzando la mortera de Sobrevilla y dejando atrás otro depósito de agua. En el lugar conocido como Gatuña nos encontramos un nuevo cruce (14), donde el camino de la derecha iría para Serandi y el de la izquierda, el que seguimos, hacia Villamejín. Tan sólo restaría descender por una ancha pista y, a la entrada del pueblo, encontrarnos una buena fuente (15). Villamejín cuenta con un interesante conjunto de casonas, como la Casona del Alemán o la de los García Argüelles, así como una torre medieval. Tras cruzar todo el pueblo se toma la carretera que baja a Proaza para llegar al punto de inicio frente a la Central Hidroeléctrica (16).
QUE VER
Central Hidroeléctrica de Proaza: Levantada en la década de 1960, su diseño se debe al arquitecto y artista Joaquín Vaquero Palacios, completándola en la siguiente década junto con su hijo, Joaquín Vaquero Turcios.
Es un edificio rectangular de hormigón que compagina armonía y funcionalidad. Los grandes triángulos de la fachada sirven de porche a grandes vanos acristalados. Presente también un mural con motivos geométricos. En el interior existen grandes murales pictóricos que representan campos y polos magnéticos.
Puente Zarameo. Cruza las aguas del río Trubia comunicando la villa de Proaza con las poblaciones de Villamejín, San Martín y Serandi.
Su traza es de origen medieval y está vinculado al antiguo camino del Puerto de Ventana.
Estructura de mampostería, con dos huecos en forma de arco de medio punto. Conserva su fábrica original en buen estado, si bien en su parte superior presenta un vial de factura moderna.
Villa Gaudiosa. La primera referencia a la villa de Monte Gaudi aparece en 1184, cuando Fernando II dona a la iglesia de San Salvador de Oviedo el castillo de Proaza. A falta de estudios arqueológicos, podría tratarse de una edificación noble, quizás la residencia aristocrática del delegado regio.
Se conserva un muro perimetral de piedra y cantos rodados, en cuyo interior se aprecian restos de edificaciones y el arranque de lo que podría ser una torre de planta cuadrangular.
Mirador de Picarós. Junto al Arroyo Picarós, en las inmediaciones del Cercado Osero, existe un mirador que ofrece unas espléndidas vistas tanto de esa instalación como de toda la vega de Proaza y la villa homónima.
Colgado sobre la hoz que ha excavado el reguero, merece la pena ascender su escalinata para tener una buena perspectiva de toda la zona.
Cercado Osero. El cercado osero de Proaza, situado en un monte de encinas conocido como Fernanchín, se inauguró en 1996 para traer a Paca y Tola. En 2008 se acondicionó un nuevo recinto para intentar la reproducción, donde hoy día están Paca y Tola y el macho Furaco. En el cercado original se encuentra la osa Molinera.
El cercado se encuentra a medio camino entre el área recreativa de Buyera (Santo Adriano) y la villa de Proaza, siendo uno de los lugares más visitados de los Valles del Trubia.
Castro del Arbeyal. En las cercanías del pueblo, colgado sobre el Valle del río Trubia, se ha localizado un castro, si bien no ha sido excavado. También hay indicios de que en la zona pudo haber explotaciones auríferas de época romana.
Serandi. A una altitud de 420 metros y a 4 kilómetros de la capital municipal, es donde finaliza la carretera que sale de ésta y comunica las poblaciones de Villamejín, San Martín y Serandi.
Conserva un interesante conjunto de hórreos y paneras, y es famoso por la calidad de las aguas de sus numerosas fuentes.

Capilla de San Antonio de Serandi. Situada en el centro del pueblo, es un pequeño edificio que sigue los cánones de la arquitectura religiosa popular del siglo XVIII, con nave única rectangular, pequeño pórtico y espadaña.

Fuente y lavadero de Serandi. Conjunto de fuente y lavadero, de mampostería y bien conservado, tiene fecha de 1927. Se encuentra en el centro del pueblo, rodeado de un interesante conjunto de hórreos y arquitectura popular.

Mirador de la Encina. En las inmediaciones de la zona conocida como La Habana, se abre este espectacular mirador natural. A pie de precipicio se abre un tajo casi vertical que se descuelga sobre el desfiladero de Las Xanas, obteniendo las mejores vistas del mismo.

Canal Seca. Es un lugar de paso ancestral, un cruce de caminos vinculado a la vía que bajaba del Puerto de Ventana y enlazaba con el resto de la región. Testigo de ese pasado es la presencia de un enterramiento tumular.
Actualmente es una zona de pastos y ganadería, un uso del suelo tradicional que es un buen ejemplo de los siglos de desarrollo de esta actividad.

Barranco de Cuasacas. Además de ser una zona de pastos y cabañas de importante pasado ganadero y muestra de su etnografía, el barranco de Cuasacas es famoso por la actividad del barranquismo, siendo uno de los más asequibles por su cercanía pero no por su dificultad, con numerosos rapeles y crecidas de agua.

Casona de los García Argüelles de Villamejín. Situada en el centro del pueblo, su construcción se debe a la familia García Argüelles. La primera edificación fue la capilla, levantada en 1730, mientras que la casa se erigió en 1748; completa el conjunto un hórreo.
La casona cuenta con el escudo de la familia y es un regio ejemplo de construcción noble rural.

Casona del Alemán de Villamejín. Fue mandado construir por la misma familia de los García Argüelles, con el nombre de El Cubión, si bien se le conoce como Casa del Alemán al ser vendida a una persona de esta nacionalidad a mediados del siglo XX.

Palacio de Bernardo Terrero de Villamejín. Este palacio fue adquirido por Bernardo Terrero, un rico terrateniente de Quirós que poseía gran cantidad de propiedades.
Se desconoce la fecha exacta en que se levantó el palacio, aunque la torre, la parte más antigua, parece datar del siglo XVI. Su escudo comparte un cuartel con el del Palacio de los Morán de Proacina.

Villamejín. Situado a 2 kilómetros de la capital y a una altitud de 380 metros. Presenta diversos hórreos y casonas blasonadas de estética tradicional.
Es la salida natural hacia la Collada de Aciera, antiguo paso entre las tierras de Proaza y Quirós.
La carretera que la comunica con Proaza, continúa hacia las vecinas poblaciones de San Martín y Serandi.

