Ruta 3: Villamejin - La Forcada - Villamejin

 DATOS GENERALES DE LA RUTA

Ruta: Villamejín – Llendelafaya – Collada de Aciera – Pico La Forcada – Collada de Aciera – Villamejín

Punto de inicio............................ Villamejín

Punto de llegada......................... Villamejín

Duración sin paradas.................... 2 h. 50’

Duración total................................. 3 h. 16’

Distancia...................................... 10.400 m.

Desnivel máximo......................... 764 m.

Ascenso acumulado..................... 878 m.

Descenso acumulado................... 872 m.

 

Pendiente máxima...................... 37,6 %

 

DESCRIPCION DE RUTA

Como la Ruta 2, esta comienza en el pueblo de Villamejín, en concreto desde la iglesia de San Antonio (1). Desde ese templo recorreremos las calles de la población visitando sus numerosos hórreos y casonas de la pequeña nobleza local, como la de los García Argüelles o la Casona del Alemán. Poco a poco, entre el caserío, ascendemos hasta la parte alta del pueblo, el barrio del Cantu La Llera, donde encontraremos el cruce que nos llevaría por la Ruta 2 hacia San Martín, si bien nuestro camino ha de ir al frente, por la pista hormigonada, dejando atrás otro camino a nuestra derecha proveniente también de Villamejín, justo al lado del depósito de agua (2)

Antaño este camino estaba empedrado en su totalidad, siendo la ruta habitual de las gentes de Quirós para ir hasta Proaza, antes de que se abriera la carretera allá por 1867. Hoy día es una pista que da servicio a la abundante ganadería de la zona. Entre pastos y arboleda, con alguna rampa fuerte, el camino va dejando atrás cabañas, las fuentes de Filmortera (3) y La Cerezal hasta llegar a Llendelafaya (4). Este lugar fue un antiguo coto con ayuntamiento propio hasta su inclusión en el de Proaza en el año 1827. Pero si algo llama la atención en Llendelafaya es que fue solar de una leprosería (o malatería) desde, al menos, el siglo XIV, funcionando hasta 1751, cuando se crea el hospicio de Oviedo. Estos centros solían estar situados en zonas de paso, como era el caso. Hoy en día, es este un bello paraje con diversas caserías abandonadas; una de ellas aparece unida a la antigua ermita, de la que tan sólo se conserva el ábside al borde mismo del camino, siendo posiblemente el lugar donde habitaban los enfermos. 

Tras pasar este rincón histórico, el camino sigue su tránsito, cruzando una portilla y llegando a la Collada de Aciera (5), abriéndose ante nosotros el valle de Quirós con unas esplendidas vistas de sus montañas, destacando la mole de Peña Rueda o el vecino Pico Gorrión. A la izquierda de nuestra marcha sale una pista que va hasta las antiguas instalaciones mineras de fluorita, que funcionaron en la zona hasta la década de 1970, conservándose aún diversos vestigios; al frente la pista se convierte en camino y baja hasta la población de Aciera, en Quirós; y a la derecha, que es por donde debemos de ir, una pista de reciente apertura lleva hasta los pastos de La Hoya.

Seguimos el trazado de esta pista, que discurre entre los pastos de media montaña donde habita el ganado entre los meses de mayo y octubre, hasta llegar al punto donde un sendero sale a nuestra izquierda (6), en busca de la amplia collada situada entre las cumbres de La Forcada por un lado, y La Verde y Cueto Mar del otro, conformando la Sierra de Caranga. El sendero zigzaguea ladera arriba, buscando el mejor remonte, abriéndose a nuestras espaldas un amplio horizonte montañero. Así se llega a la Collada de La Forcada (7), donde el panorama se amplía hacia el valle del río Teverga, con Caranga de Abajo a nuestros pies. Tan sólo restan unos metros para llegar hasta la cumbre de La Forcada (8), coronada por un jito de piedras donde está instalado el buzón montañero. Las vistas se abren en todo nuestro alrededor, con los valles de Proaza y Santo Adriano, las cumbres del Aramo y Peña Tene, el valle de Teverga, Marabio, incluso algunas de la cumbre del Macizo de Ubiña se dejan asomar. 

El descenso de esta asequible cima lo realizaremos por el mismo sitio, si bien se puede variar un poco el recorrido hasta la Collada de Aciera. En vez de regresar a la pista, podemos seguir el sendero ganadero y bien marcado que discurre por la ladera de La Verde, disfrutando del paisaje y de la fauna que es relativamente fácil observar, como buitres, alimoches, corzos o incluso levantar alguna perdiz. Este sendero enlaza como todos los demás en la Collada de Aciera (9), desde la cual tan sólo restaría descender por la pista hasta Villamejín (10)

 

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Villamejín. Situado a 2 kilómetros de la capital y a una altitud de 380 metros. Presenta diversos hórreos y casonas blasonadas de estética tradicional.

Es la salida natural hacia la Collada de Aciera, antiguo paso entre las tierras de Proaza y Quirós.

La carretera que la comunica con Proaza, continúa hacia las vecinas poblaciones de San Martín y Serandi.

 

 

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Iglesia de San Antonio de Villamejín.  Situada al lado de la carretera que va a Serandi, cerca del Palacio de Bernardo Terrero; precisamente este rico terrateniente fue el que promovió la construcción de las antiguas escuelas situada al lado de esta iglesia.

Construcción sencilla y de estética popular de finales del siglo XIX.

 

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Casona de los García Argüelles de Villamejín. Situada en el centro del pueblo, su construcción se debe a la familia García Argüelles. La primera edificación fue la capilla, levanta en 1730, mientras que la casa se erigió en 1748; completa el conjunto un hórreo.

La casona cuenta con el escudo de la familia y es un regio ejemplo de construcción noble rural.

 

 

 

Casona del Alemán de Villamejín. Fue mandado construir por la misma familia de los García Argüelles, con el nombre de El Cubión, si bien se le conoce como Casa del Alemán al ser vendida a una persona de esta nacionalidad a mediados del siglo XX

 

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Palacio de Bernardo Terrero de Villamejín.  Este palacio fue adquirido por Bernardo Terrero, un rico terrateniente de Quirós que poseía gran cantidad de propiedades.

Se desconoce la fecha exacta en que se levantó el palacio, aunque la torre, la parte más antigua, parece datar del siglo XVI. Su escudo comparte un cuartel con el del Palacio de los Morán de Proacina. 

 

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Llendelafaya.  Fue un coto independiente de Proaza hasta el año 1827. Desde al menos el siglo XIV se tiene constancia de la presencia de una malatería en la zona, que funcionó hasta 1751.

Actualmente se conservan diversas cabañas de uso ganadero que bien pudieron ser viviendas, así como los restos de la capilla de San Lázaro, anexa a una cabaña, conservando su ábside al borde mismo del camino.

 

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Collada de Aciera.  Uno de los espacios más conocidos de Proaza por el que discurría el viejo camino que comunicaba estas tierras con las vecinas de Quirós.

Actualmente presenta un uso ganadero, pero en un pasado no tan lejano que va desde mediados del siglo XX hasta la década de 1980, hubo una importante actividad minera de la fluorita, conservándose aún diversos vestigios.

Es la zona desde la que se tiene la subida más conocida y asequible a la Peña de la Forcada, magnífica atalaya proacina.

  

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